lunes, 4 de abril de 2011

Un pequeño pensamiento en soledad desde el tejado

Adorada ventisca…
Que no logro sacar tu nombre de mis labios.
El palpitar de mi alma ha volado hacia ti,
en forma de una paloma de lágrimas.
Oh, mi adorada ventisca,
te ruego que cojas aquel ave y la mantengas a salvo en ti.

Mi cuerpo dentro de tus recuerdos,
un fantasma que no logra cruzar muros,
un suspiro que no puede colorear tus mañanas,
un sabor que no logra satisfacer el deseo…

Oh, adorada ventisca,
que no logro sacar tu nombre de mis labios…


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