Un rostro pálido que pasa frente a nuestro horizonte.
El corazón late muy lento...
¡Algo que no se puede controlar!
¡Algo que no se puede controlar!
Un rostro apagado que se pierde detrás de la montaña,
cuando la voz tardó demasiado por pedir su mano.
El corazón late muy rápido...
¡Por alguien que ni siquiera conoces!
Un rostro en la ventana.
Una sombra en la cortina.
Una de las dos tasas de té que se enfría en nuestro desayuno.
No hay compañía...
Si volviese atrás el tiempo,
ese rostro pálido besándonos,
haría nuestro corazón palpitar muy rápido...
¡Algo que seguro no podrías controlar!
Pero aquel rostro sombrío en el espejo se atreve a darte una caricia en el mentón.
Pero aquel rostro sombrío en el espejo se atreve a darte una caricia en el mentón.
Allí, el corazón palpitaría muy lento
¡Es alguien que, definitivamente, nunca habrás conocido!
... Tan rápido en entregar
... Tan lento en recibir
Súper-Súper M
3 comentarios:
Que palabras mas sorprendentes...
linda Soledad... :)
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